En nuestra ciudad, Villa Elisa, en la provincia de Entre Ríos, Argentina, las calles y principalmente las avenidas, están arboladas con diferentes especies de árboles y una de esas especies es el Palo borracho que en primavera y verano nos regala las postales más lindas con sus flores rosadas o blancas.
pero en invierno, aquellas flores se transforman en frutos maduros que se abren liberando sus semillas envueltas en el mas suave algodón, tan liviano que es
el terror de la limpieza de todos los vecinos
desde mi punto de vista de tejedora, diseñadora de carácter localista, en constante búsqueda de una identidad regional, es un regalo que estoy transformando en souvenirs tejidos muy frágiles, ya que el hilado tal como lo conocemos convencionalmente en el caso del algodón o la lana es imposible debido a la extrema suavidad y poca longitud de sus fibras, se puede usar de otras maneras y su ventaja es que repele insectos.
depués de lograr una hebra frágil de capoc (así se llama esta fibra) una pequeña flor en un estuche que perdurará tanto como las postales
en el centro un remate de las mismas semillas ensartadas mientras están tiernas.
Un producto más para el catálogo de L L CROCHET
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