En estos días estuve preparando un grupo de trabajitos para vender como recuerdos de Villa Elisa (Entre Ríos, Argentina) y entre esos volví a las flores tejidas con capoc o kapok, la fibra algodonosa que envuelve las semillas del palo borracho
(ceiba speciosa según Wikipedia)
El hilado que estoy logrando cada vez con mas confianza, no se compara con la lana de oveja, algodón, u otros hilados convencionales, éste es bastante frágil y aunque intento tejer cosas mas elaboradas, extensas y fuertes, aún me queda mucho por aprender, mientras comparto lo que tengo:
En esta foto está es la fibra que tengo guardada desde la temporada pasada, hoy en abril los árboles están en plena floración, luego se llena de frutos verdes, del tamaño de una palta, y después que maduran se van abriendo y liberan estos blancos capullos que el viento se encarga de diseminar por toda la ciudad o el campo, obvio.
En cada porción viaja una semilla con el poder de germinar fácilmente.
En estas cajitas que preparé esta semana, además de las semillas que ocupé para decorar el centro y que están cosidas, puse 2 o 3